D-7: Un doctorando con clase
Hoy a las 7 de la mañana he abierto los ojos con la cabeza llena de fórmulas y predicados lógicos en sus formas abductivas más perversas. Es lo que tiene tirarse todo el día revisando fórmulas que aunque han quedado muy elegantes y simples dentro de la complejidad, no dejan de despertar el lado más insano del razonamiento humano. Y lo mejor para eso no es sentarse a soltar todo el orden o desorden mental sobre la tesis sino tener que irse a la Escuela a dar 3 veces la misma clase. Es lo que yo llamo el día de la marmota. Y los he tenido peores, de hasta 10 horas, pero la cuestión es quejarse que para algo es el deporte nacional por delante de las ruedas de prensa de Mourinho.
Ya lo tenía apuntado en el calendario y asumía que con 6 horas de clase el día estaba casi perdido. Y más yendo a la Escuela que es una fuente constante de distracciones. Y más un lunes en los que la gente tiene ganas de hablar. Y hoy había noticias para hacerlo, porque no todos los días sale a la luz que tenemos una trama de "presuntos" o "presuntas" ladrones o ladronas con los que algunos allegados han tenido contacto. Da bastante rabia que escuches rumores de una bajada brutal en los costes de personal de la universidad y que por otro lado haya gente con tan poca vergüenza que ha robado en la puñetera cara de todos los andaluces con la total connivencia de todos que mirábamos para otro lado porque el dinero venía de Europa. Se dice que el ladrón cuanto más reincide más se confía. Yo espero de alguien inteligente que quiere robar dinero público que monte sociedades paraguas, que subcontratan a empresas con sedes en paraísos fiscales a través de testaferros y que el dinero de tanta vuelta que no se sepa de donde viene. Pero lo de esta gente no tiene nombre. Son tan idiotas que no son capaces ni de disimular. En fin, espero que les embarguen hasta el último céntimo y que lo repartan convenientemente que hay mucha gente pasando hambre mientras esta gente se comen cigalas de tronco. A ver si es más gordo el tronco que se comen ahora.
Irritaciones a parte y a pesar de tantas ganas de arreglar el mundo, he conseguido alinear todos los planetas para acabar ese capítulo infernal de lógicas. 25 páginas que a tamaño folio y bien comprimido como está da para contar mucho. Si alguien presume de insomnio, que no invierta en caros tratamientos experimentales del teletienda nocturno, yo le dejo el tocho. Eso me recuerda que el teletienda tiene un artículo que pasó sin pena ni gloria pero que no puede faltar en cualquier casa: la cafetera-tostadora. No sé qué hacéis leyéndome que no habéis llamado. Aunque he de deciros que en un chino llegué a ver el microondas-tostadora con platito en lo alto y por fuera para hacer huevos fritos. Insuperable. Los chinos nos sacan años de ventaja. Eso sí, a ver si aprenden a fabricar cables miniDVI que funcionen.
Para acabar el día he podido irme a jugar con mi equipo decano de la liga de Tomares: el HartaFé UD. Viene bien echar un partido y que tu cerebro sólo trabaje en dar patadas a una pelota y lo que se ponga por medio. Eso sí, lo de jugar a las 22h tiene un efecto colateral. Es imposible dormirse después de hacer ejercicio y éste es el resultado. Así que voy a coger el capítulo que acabo de terminar y me lo voy a leer. Seguro que no me da tiempo ni de llegar a la cama.
¡Buenas noches!
Pablo Trinidad 6 marzo, 2012