Si una empresa consultora especializada en servicios a la banca me invitara a dar una charla en sus instalaciones sobre algún tema del que supuestamente soy "experto", digamos en "procesos de negocio" por ejemplo, lo último que se me ocurriría es soltar en mitad de la charla una frase lapidaria del estilo "El problema es que vuestros jefes no tienen ni idea sobre el negocio". Nunca pondrías en evidencia a quien te ha abierto las puertas de su casa. Además has de saber que ese tipo de frases sólo se pueden soltar si eres consultor de negocio y los jefes te están pagando para decirles lo que todos saben pero nadie se atreve a decir.
Supongamos que la misma empresa consultora especializada en banca envía a su mejor hombre de negro por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática (en adelante ETSII) donde trabajas y se le ocurre soltar la siguiente frase:
"El problema es cómo enseñan Ingeniería del Software en la carrera"
Este mensaje promete ser la clave del éxito para conectar a ponente y audiencia, cuya predisposición hacia la crítica negativa del sistema educativo es bien conocida (yo mismo la tenía como alumno y la sigo teniendo parcialmente aun siendo profesor). Con ese mensaje los CVs van a llover y van a volver a captar los mejores perfiles de la ETSII para seguir presumiendo de ello ante sus clientes. Pero estamos en la era de la información y qué menos que esperar que en la ETSII, a alguien se le ocurra retwittear ese mensaje. Pero ¿a qué persona en su sano juicio se le ocurre ir a la casa que le abre las puertas para hacer gratis un proceso de selección y poner en entredicho la labor docente? Hay que ser cautos con la literalidad del mensaje escrito por terceras partes, pero si ese es el mensaje que llega a la audiencia el error es mayúsculo igualmente.
Casualidades de la vida que ese tweet llegue a leerlo uno de los profesores de ingeniería del software de la ETSII. Y más casualidad es que dicho profesor trabajara ya hace 10 años en la citada empresa y conozca algunos entresijos de la misma pudiendo dar fé de la completa ignorancia, al menos en aquellos tiempos, de todo lo relacionado con la tecnología, la gestión de proyectos y cualquier atisbo de principio básico de ingeniería del software. Todavía recuerdo cómo incorporaban a 2 técnicos nuevos la semana antes de una entrega; o cómo aumentaban el horario laboral en 2 horas diarias (sin pagarlas por supuesto) para no obtener mejora alguna en el rendimiento del equipo; o cómo realizar una planificación en Microsoft Project en la que todos los recursos estaban asignados al 400% con una semana laboral de 160 horas (una semana en general tiene 168 horas).
El día que me marché de la empresa, mis compañeros ingenieros gracias a los cuales pude subsistir el año y 1 día que estuve trabajando con esta empresa me regalaron el libro "El principio de Dilbert". Ese libro me ahorró el trabajo de escribir mis memorias. Ya con perspectiva puedo decir que no fue un año perdido en mi formación como profesional. Aprendí a moverme entre tiburones, a afilar los cuernos, a hacer valer el trabajo de ingeniería en contextos que son incapaces a priori de apreciarlo. Aprendí mucho sobre banca, sobre contabilidad y sobre todo aprendí lo que no quería hacer con mi vida.
Varios meses después y tras varios vaivenes profesionales acabé impartiendo clases en la ETSII. Gracias a esta ello muchos han sido los alumnos y amigos que me han pedido consejo sobre qué hacer con su vida profesional. Hasta hoy nunca había dicho explícitamente "no trabajes con esta empresa". A todos ellos siempre les he contado mi experiencia con hechos para que cada uno tomara sus propias conclusiones. Y tengo amigos que han dicho no a las consultoras y otros que sí, y de éstos algunos están contentos y otros me han dado la razón más tarde.
Actualmente son muchas las empresas start-up que están emergiendo a nivel nacional e internacional en el sector TIC. Ofrecen entornos dinámicos, retos apasionantes y sobre todo una sensibilidad y aprecio por el trabajo del ingeniero muy superior al resto de empresas de otros sectores. El mensaje de emprendimiento está calando y muchos se están atreviendo a crear productos nuevos gracias a las posibilidades de alcanzar el mercado con bajos costes gracias a las tiendas de aplicaciones. Con este escenario, ¿Cómo van las empresas consultoras a competir y a seguir captando talento? Mi historia tiene 10 años y es una de muchas, pero cuando este tipo de experiencias se repite hasta definir un tipo propio de empresa como son las "consultoras cárnicas" es normal que el tiempo ponga en su sitio a quien vende el don't-know-how por horas.
Espero que en estos 10 años los profesionales de esta empresa hayan aprendido tanto como para atreverse a venir a la ETSII a dar lecciones de ingeniería del software y a poner en entredicho la labor docente de un equipo de profesores que acumulamos en total varias décadas de trabajo para la empresa privada. Esto ocurrió hace ya un mes y lo dejé pasar hasta hoy, cuando me dice la simpática chica de recursos humanos de esta empresa que ha pasado por Imaginática que se marcha a casa con 8 CVs en su carpeta (a uno de ellos ya le he contado mi historia). Hace 12 años había que hacer cola en su stand. Y eso en tiempos de crisis da mucho que pensar. Tal vez los tiempos estén cambiando y estén recogiendo ahora lo sembrado en los últimos años. Tal vez sea que mucha gente me pregunta. Tal vez ya no les quede nadie a quien engañar. Tal vez la mina se está agotando. Y es que la política de recursos humanos es una inversión a largo plazo y tal vez ya sea tarde para cambiar.
Pablo Trinidad 3 mayo, 2013
Posted In: Desvaríos
Pablo una entrada realmente interesante, pero yo tengo otra propuesta.
Yo invitaría a la persona que dijo la famosa frase a que venga al departamento y les explique a los profesores cómo hay que enseñar Ingeniería del Software. Si de verdad cree que tiene una idea mejor que la comparta y veamos si la podemos poner en pie. sin duda así ganamos todos y probablemente todos aprenderemos un poco de todos.
¿Crees que aceptaría la invitación?
Un saludo.
Hoy he abordado a la chica de recursos humanos para que indague y le mande el mensaje de malestar porque no he encontrado el nombre de la persona que dio la charla. Espero obtener esa información y poder ponerme en contacto directamente con él. Me gustaría poder escuchar sus argumentos directamente y poder comentarle las cosas que hacemos por aquí.
Saludos!